jueves, 12 de marzo de 2015

Ciudades en la ilegalidad

Las ciudades son como se mueven, no son para estar solos. La ciudad es la gente que la habita. El Estado siempre va atrás de ella.

Para los romanos la ciudad era un conjunto de elementos colocados sobre el suelo. De ellos nace el concepto de cívitas que más adelante derivará el término civilización. También mencionan la urbe de donde surge el concepto de urbanidad que significa cómo comportarse en la ciudad.

Una ciudad es la educación que recibe, pero actualmente el problema que está ocurriendo es que los valores se están recibiendo tarde, cuando deberían recibirse en los primeros años de formación. En ella se disminuye el miedo, pues entre más gente haya, menos miedo existe entre las personas. Sin embargo, actualmente las ciudades están conformadas por una muchedumbre solitaria donde no se les está enseñando a los ciudadanos a vivir juntos sino cada uno por aparte. De ello surge que las personas estén siendo educadas para ser corruptas, para pasar por encima de los demás a costa de lo que sea.

Uno de los problemas radica en que la sociedad nos impone lo que debemos ser, alejándonos de lo que realmente somos. No sabemos dónde estamos, ni quiénes somos. Construimos ciudades similares a otras (parecido de Medellín con Miami por ejemplo) porque somos sujetos vacíos, que no tenemos clara nuestra esencia. Habría que tener un cuidado de sí mismo, donde sea posible vivir conmigo, pero a su vez reconociendo el trabajo del otro. Cuando cada uno se empieza a conocer y a reconocer a los demás, se aleja el peligro.

La arquitectura funciona como un espacio para que cada uno piense bien. Por otro lado, el gobierno de la ciudad debería preocuparse por la gente, cuidarla. Como complemento de esta estaría la ciencia, la cual contribuye con el cuidado de las cosas. Pero todas estas ramas se están tergiversando, creando un comportamiento como de la generación del fin del mundo, incapaces de hacer sociedad. Un ejemplo cercano y preocupante es el siguiente: Antioquia es tres veces Israel y en Israel hay siete ciudades.

Para resolver esta problemática se debería empezar resolviendo desde lo más pequeño hasta lo más grande. Comenzar en la casa, luego el barrio, luego la ciudad, luego el país y así sucesivamente hasta llegar a lo más grande ya con unas bases sólidas y bien construidas.

Lo ideal es que la persona sienta que estar vivo es bueno. Que se puede vivir sin dolor y que para ello exista un gobierno que permita vivir con seguridad. Mejorar por sí mismo y no igualándose a los demás, educarnos en lo que es trascendente y aportante para la sociedad y no en el materialismo. Que todo ser humano se pueda desarrollar como persona íntegra, que adquiera unos derechos y pueda luchar por ellos.

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